Las CLAVES de Balbín [Quique J. Silva]

Sucedió en Toledo. 29 D19 Archivo VASIL


José Luis Balbín en una conferencia pronunciada en el paraninfo del palacio de Lorenzana

Del debate sosegado al bochornoso espectáculo de las tertulias 

Probablemente llevaba oculto mucho tiempo en el “cajón de los secretos” de alguno de los profesionales de la televisión que, desde su reprimido progresismo, trataban de romper cuanto antes con el “pensamiento único”.

Solo mes y medio después de la muerte de Francisco Franco la televisión pública ofrece una primera ventana al debate abierto; casi sin tapujos y dispuestos a poner en los hogares españoles los temas tabú y controvertidos de la historia reciente. En febrero de 1976 nace LA CLAVE, dirigida por José Luis Balbín.

Balbín aparece en la segunda cadena de TVE (El UHF era seguido por una minoría). Va uniformado con el “look” propio del momento: barba, pipa y chaqueta de pana -claro-.

El humo de Balbín se expandía por el plató de televisión hipnotizando a todos sus invitados. Buscaba que las posiciones más antagónicas pudieran debatir sobre su pasado más reciente que, en muchos casos, ellos mismos habían protagonizado.

La excusa estratégica era una película. El objetivo, poner los temas ardientes encima de la mesa, intentando superar los traumas de una España inmersa plenamente en la denominada “transición política”.

La Clave era una especie de isla mediática o luz al final del túnel, desde donde se aprendió a hablar, a divergir, a debatir y, principalmente, a respetar.

Por aquella horrenda tarima de moqueta en “U” pasaron los principales personajes y lideres sociales, políticos y económicos de la historia reciente. Desde Adolfo Suárez a Blas Piñar; desde García Mohedano a Santiago Carrillo; desde Felipe González a Jordi Pujol. No faltaba nadie: Alfonso Guerra, Garcia-Tevijano, Federica Montseny, Herrero de Miñón…..Todo el que tenía algo interesante que decir pasó por La Clave. Al principio tenían que ceñirse un poco a la película previa emitida; luego, ni eso.

Como gran periodista que es, y luego al amparo del éxito mediático de un programa nacido para una “inmensa minoría progresista”, Balbín hizo algunos “bolos”, anunciando primero y protagonizando después, los cambios que nos ayudaron a salir del túnel social, político y económico. Todo aquello solo tenía una Clave. Irrepetible; inimitable, el talante y la profesionalidad de don José Luis Balbín.

A partir de aquí, quiero invitar a los seguidores del blog Hombre de Palo y del Archivo Vasil a volver a vivir algunos de aquellos momentos. La tecnología nos permite ver nuevamente esos programas históricos con solo conectar vía internet con  “RTVE a la carta”. VER LA CLAVE

Resulta admirable el tono de debate, por ejemplo, de los propios protagonistas de erigir, construir y sufrir el Valle de los Caídos. O la engorrosa presencia del Opus Dei en la iglesia española. Nada que ver con algunas de las tertulias de hoy, repletas de “ilustrados más papistas que el papa”; sin el más mínimo respeto por el adversario ideológico; adoleciendo de la educación personal y profesional para afrontar los puntos de vista divergentes.

Balbín no inventó el formato televisivo de La Clave, lo importó de la televisión francesa; pero desde luego, lo que nadie le puede discutir es que puso de moda, en España, el arte de debatir….. y esa fue realmente su Clave.

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Quique J. Silva

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