¿Y el sexo?
¿Os habéis fijado? Hemos cumplido la cuarentena y sigue habiendo un tema tabú que no se refleja en las estadísticas, en los memes, en los Gif…. Nadie comenta nada al respecto, ni aporta habilidades especiales para aplicar en estos días.
Nos han dicho cómo lavarnos las manos, cómo salir a la calle (si no hay más remedio). Qué cantar, cómo y dónde aplaudir. Nos han ilustrado sobre todos los aspectos esenciales de nuestra vida en este Santo Encierro; pero:
¿Y el sexo? ¿Por qué nadie habla del sexo?
¿Sigue siendo un tema tabú? En este diario, no.
Bueno, yo voy a compartir lo que me contaron que le pasó a un amigo, de mi amigo……
Cuando a través de los medios de comunicación consiguieron mentalizarnos de que esto iba para largo, la segunda cosa que se me vino a la cabeza fue “por lo menos esta vez pillo”. Todo el día en casa, solos, no hay dolor de cabeza que resista un confinamiento. Estoy haciendo méritos: no salgo al bar, al pádel ni a las comidas con los amigotes.
Pero en el fondo tengo miedo. Eso de que nadie haya dicho nada en las redes, me mosquea.
Lo primero es documentarse y tecleo en Google “hacer el amor en cuarentena” y después de un montón de enlaces a películas porno, por fin sale una página donde una sexóloga -argentina, claro- nos ofrece las instrucciones oportunas, como si de lavarse las manos se tratara. La página se llama Verónica te hace crecer.
Lo presenta en menús desplegables: ”el rechazo”, “la insistencia”, “juegos previos”, “primeros pasos” o “qué hacer después”…. este último parece sugerente, y pincho.
Lo primero que sale es una oferta de IKEA anunciando cocinas modulares bajo el titular “móntelo usted mismo” (eso quiero, me digo).
Salvada la barrera comercial, aparece un vídeo a pantalla completa. Se presenta y saluda “Hola, soy Verónica, estoy aquí para hacerte crecer” (eso quiero –me digo otra vez-).
Con voz pausada y sugerente, mi nueva amiga desgrana uno a uno los cinco puntos cardinales del Buen Amante.
1.- Sé paciente (no como siempre)
2.- El momento nunca lo eliges tú (por mucho que insistas)
3.- Juega primero (y déjate ganar)
4.- Sorpréndela (quítate los calcetines y la camiseta)
5.- Bajo ningún concepto preguntes si ha disfrutado (no sea que te diga la verdad)
Apago la pantalla y busco por la casa. No puede haber ido muy lejos.
Allí está, sugerente y atractiva como siempre, blanqueando azulejos.
Voy superando uno a uno los consejos de Verónica: he esperado a que secara el Baldosinín; luego hemos jugado al mus y he perdido con treinta y una de mano; escondí los calcetines y la camiseta debajo de la cama…… y cuando todo está al punto deseado, suena la alarma del móvil.
Con ese tono de “lo siento” (pero no es verdad), me invita como todas las tardes: “Cariño, son las ocho, hay que salir a cantar”.
Mientras ella aplaudía en la ventana, yo, solo en la cama, cantaba más fuerte que nunca aquello de ¡RESISTIRÉ!
Objetivo del día: Suscribirme al canal Verónica Prime.
Y mañana será otro día.
Quique J. Silva