Villa Mairea [Diego Peris]

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Alvar Aalto: Villa Mairea, Noormarkku, Finlandia. 1937-1939

Alison y Peter Smithson después de un año de estancia en Delft publicaban el libro titulado “De la casa del futuro a la casa de hoy” analizando el funcionamiento de una casa, de sus elementos singulares y proponían diferentes ejemplos de vivienda. En ese ensayo reclamaban el lugar para la resistencia que ofrece lo cotidiano, un espacio para la calma y la reflexión. Proponen modelos de diferentes viviendas que cumplen esas funciones. Una vivienda modelo es sin duda Villa Mairea de Aalto, y lo es por diferentes razones.

El cliente y el arquitecto.

La primera de ellas es que se trata de una casa para vivir, pensada en colaboración íntima con sus propietarios. Maire Gullischsen y su esposo, plantean los objetivos a conseguir con el proyecto y conocen las cualidades de Aalto y las posibilidades de la arquitectura contemporánea. Aalto ha diseñado la reforma del apartamento de los Gullischsen en Helsinki en 1936 y ha realizado para Harry Gullischen diferentes proyectos para su compañía (Ahlström Company) como el plan para Varaus (1936-1939), la fábrica de sulfato de Sunila y la zona residencial y el primer plan regional que se realiza en Finlandia. Maire conoce a Aalto a través de Artek desde 1935.

Un conocimiento personal que hace que el proyecto de la casa sea un proyecto discutido y consensuado con aportaciones personales de los propietarios y en un diálogo que va avanzando y cambiando numerosos elementos del proyecto antes y durante su construcción. Los Gullischsen visitan la Casa de la Cascada de Wright, invitados por sus propietarios, y Aalto tiene unos primeros bocetos que parecen dibujos de esa vivienda. Y a partir de ahí se produce un estudio que evoluciona hacia la planta en L que será la solución definitiva de la vivienda. En el Archivo de la Fundación Aalto hay 874 dibujos catalogados de Villa Mairea, dibujados por la oficina de Aalto, además de 74 planos de ingenierías diferentes, 40 documentos escritos, 390 fotografías y numerosas cartas referidas al proyecto, lo que da una idea de la dedicación y evolución del mismo. Aportaciones del propio Aalto que cambia cosas incluso ya realizadas como la ubicación de la chimenea, o de Maire Gullischen que elige los azulejos azules de la zona de entrada o los cambios que Harry realiza en la zona de la biblioteca para cumplir sus necesidades de privacidad.

Coincidencias modulares y violación del orden simplista.

Los primeros bocetos de la solución definitiva muestran la idea de un volumen cuadrado. El cuadrado está sugerido por una subdivisión modular con un uso flexible del espacio. El análisis de Pallasmaa con esta modulación en la base del proyecto es sugerente. Sin embargo en sus diseños finales, con la articulación de las columnas, muros y otros elementos, no existe ninguna regularidad ni repetición y Aalto ridiculizaba el acercamiento al diseño basado en una coordinación modular o proporcional.

En 1926 Aalto escribía: “ … la ciudad de las colinas, esa vida que se curva, la impredecible línea que se desplaza en dimensiones desconocidas para las matemáticas, es para mí la encarnación de algo que forma un contraste en el mundo moderno entre el brutal mecanicismo y la belleza religiosa de la vida”. La experiencia espacial de la vivienda introduce movimientos diagonales en muchos lugares de la y los muros curvos crean contrapuntos en el orden rectangular. Ayudan a crear una atmósfera relajada e informal con un sentido de improvisación que convive con soluciones ergonómicas y articulaciones emocionales. Aspectos íntimamente relacionados con la obra de Asplund en Villa Snelman (1917-1918).

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Las columnas de la planta baja refuerzan su presencia con elementos dobles o triples que se revisten con bandas de elementos vegetales. La deliberada confusión de la articulación estructural contribuye a acentuar la continuidad del espacio, abstrayendo y haciendo poética su presencia. Elementos puntuales especialmente cuidados, como el porche de entrada, la escalera principal, el muro curvado del hall de entrada el muro de cristal de la habitación invernadero y las escaleras del estudio. Dos pisos independientes en todos sus elementos incluso en los soportes estructurales. Las triples o dobles columnas se cambian por elementos simples en la planta alta.

Funcionalismo, humanismo y recursos vernáculos.

Villa Mairea marca la etapa final de Aalto desde la ideología y el estilo del Movimiento Moderno. Ha participado en los CIAM de 1929 en Frankfurt y en la exposición de Estocolmo de 1930 y se ha convertido en un entusiasta defensor del funcionalismo. Sin embargo esta asociación con los ideales del funcionalismo será breve, reclamando las cualidades humanas de las que carece este planteamiento. El funcionalismo es válido solamente si se refiere también a los aspectos psicofísicos. Este es el camino para humanizar la arquitectura dirá en la Exposición de Estocolmo. Y son las propuestas que presentará en el Pabellón finlandés de Nueva York, con sus muros ondulantes donde presenta imágenes de Villa Mairea con interiores amueblados sin que los Gullischen lo sepan. Y así comienzan a aparecer motivos rústicos y de arquitectura vernácula en el proyecto. El ritmo libre de la geometría del bosque como metáfora se introduce en el Pabellón de Paris y alcanza un final espléndido en el Pabellón de Nueva York y en Villa Mairea.

Cuando Giedion describía Villa Mairea decía: “Es la organización espacial la que nos interesa más aquí… En esta casa se ha conseguido algo extraño: el sentimiento de un flujo ininterrumpido del espacio que nunca se pierde y a pesar de ello un sentido de intimidad que se ha preservado”. La casa evoca un sentido de placer pero hay que recorrerla varias veces para entender esta función psicológica y emocional. Los edificios de Aalto aparecen como conglomerados de diferentes volúmenes sugiriendo una complejidad y una riqueza espacial. Son proyectos que combinan las imágenes de la externalidad del objeto y de la interioridad del espacio. Y eso se hace especial en su situación en un entorno privilegiado que recuerda las casas tradicionales que Aalto admira. Mairea es un ejemplo de la estrategia de una arquitectura frágil, no hay una decisión formal dominante sino la idea de una adición y superposición creando un conjunto. No es un idealista cartesiano, sino un bergsoniano sensorial realista. Son las pequeñas superposiciones, las combinaciones de elementos las que son capaces de crear un impacto emocional y su arquitectura evoca experiencias de todos los sentidos.

La vivienda y la vida.

La vivienda está repleta de detalles de vida en su interior. Unos propietarios con recursos económicos importantes, con una colección de arte especialmente valiosa recurren a objetos cotidianos y sencillos en la decoración, en los diferentes ambientes de la vivienda. Frente a estas viviendas de ricos potentados que nos presentan las televisiones y las revistas en nuestro país, de viviendas inhabitables, Villa Mairea es todo un modelo de esa sencillez nórdica que tan bien nos vendría imitar en muchos aspectos. Detalles resueltos desde la arquitectura y la decoración interior en la biblioteca, en las zonas de trabajo, en las zonas de cocina y comedor y en cada rincón de la vivienda. Espacios capaces de emocionar y de hacer vibrar los sentidos de la persona que habita en ellos.

La casa es una combinación de diferentes volúmenes que parece hubieran crecido alrededor del patio a lo largo del tiempo. Escenas de intenciones artísticas deliberadas mezcladas con elementos tradicionales. Mairea presenta cuatro caras diferentes: La fachada sureste de entrada tiene la imagen de una casa representativa, la sudoeste presenta la imagen de espacios individuales con la esquina del estar, la habitación de las flores y el estudio, la noreste es una fachada de uso con los requerimientos funcionales de cada espacio y la noroeste difumina la imagen de una casa moderna con los elementos rústicos y vernáculos con la presencia de la sauna y el muro cubierto de piedra. Espacios que presentan a veces la atracción por la ruina presentando el muro deteriorado o desgastado por el paso del tiempo. Aalto estaba muy influenciado por Braque y la técnica del collage y la composición arquitectónica de Mairea funde ideas personales, proyectos modernos y referencias a la tradición vernácula. Mairea se orienta simultáneamente hacia una utopía modernista futura y un pasado rústico primordial. Y así se presenta como un potente y convincente parte del continuo de la cultura.

La visita a Villa Mairea.

La visita está revestida de la liturgia necesaria para un acontecimiento singular. Llamada a la Fundación Aalto, pago de una entrada generosa, búsqueda compleja del lugar que por razones de seguridad no tiene grandes señalizaciones, colocación del calzado de protección y visita junto a jóvenes arquitectos entregados a la liturgia de la visita. Sólo la planta baja y las zonas exteriores son accesibles de una vivienda llena de vida, que continúa siendo utilizada por sus propietarios y que se somete a esta revisión de extraños de forma voluntaria para mantener viva la presencia de una obra singular. Algo común en Finlandia donde las obras de Aalto se conservan con cuidado y mimo y se hacen accesibles al público que se acerca a ellas. La visita y disfrute de Villa Mairea puede hacerse de la mano del libro que la Fundación ha editado coordinado por Juhanni Pallasmaa excelente conocedor y crítico de la obra de Aalto.

Diego Peris, doctor arquitecto.

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