Toledo y un dragón en dos tabernas [Luis Moreno Domínguez]

Grabado Luis Moreno

A mesa puesta

Toledo es conocido en todo el mundo por haber albergado entre sus murallas tres culturas que han dotado a la ciudad de un carácter arquitectónico y urbanístico singular. Cada una además aportó su cultura gastronómica que, no es solo el tipo de manjares que se comían sino también la manera de enfrentarse a su degustación y que han dejado poso aún hoy en multitud de recetas. Muchos desearíamos que poco a poco a la ciudad se le fuera conociendo también por sus méritos del condumio y, aunque este no es el tema que me gustaría tratar ahora, espero poder hacerlo en alguna otra entrada del blog.

Hoy me fijo en dos maneras, aparentemente y a priori, muy distintas de comer en Toledo. Dos locales como son el Musakaya, en la plaza Padre Juan de Mariana y el Skala en la cuesta de la Sal.

En el Musakaya sirven edamame, makis, hosomakis, ura-maki-rolls o gyozas, bocados suculentos que, claro, a algunos le sonarán extraños, aunque no menos que los que se pueden probar en el Skala como los tigres, calentitos, piragüas, jamusinos, polvorones o morunos. No voy a detenerme en explicar que es cada bocado, muchos lectores del blog ya lo sabrán y los que no lo sepan que aprovechen para darse un garbeo y probar la experiencia en los dos sitios.

El Musakaya se inauguró no hace mucho en parte de la conocida tienda La Provisoría y está decorado con un gran dragón verde en la barra y unas carpas de colores que nadan en sus paredes. El Skala está salpicado de fotografías históricas de Toledo en color sepia y blanco y negro y lleva abierto con este nombre desde 1969, aunque los actuales propietarios ya recuerdan un bar que servía vinos en los años de la guerra civil, e incluso hablan de su fundación como cantina a finales del siglo XIX, con lo que estaríamos ante uno de los locales destinado a hostelería más antiguos de Toledo, sino el que más. (Esto también da para otra entrada del blog).

Dos estilos muy diferentes en decoración. Dos formas distintas de atender a los clientes. Dos “Javieres” al frente de ambos negocios: Javier Bricheto, un argentino afincado en España y Javier Felage un “toledano de toda la vida” amante de la fotografía antigua de Toledo. Dos modelos gastronómicos antagónicos y, sin embargo, dos lugares que conviven y que están más cerca el uno del otro de lo que pudiera parecer.

Musakaya viene del nombre del grupo hostelero La Musa, con locales de éxito en Madrid como La Musa Malasaña, Ojalá o HD, que lo fundó en el Mercado de San Agustín, e “izakaya” que significa taberna en japonés. Skala es un nombre que se lo pusieron, como comenta Javi, porque había que ponerle algún nombre y como estaba en una calle en cuesta… y ¿la “S” líquida y la “K”? Ah, dice Javi, eso sí tiene un porqué más concreto, es un guiño fonético a la ascendencia vasca de mi mujer.

En las dos tabernas se puede degustar buen vino convenientemente atemperado en vinoteca y en copa alta de fino cristal, algo poco usual en la oferta vinícola toledana. Se sirven buenas cervezas japonesas en Musakaya, mientras que en el Skala aún se tiran medias cañas o “pocholas”.

Grabado Luis Moreno

En uno se sirven palillos y en el otro tenedores, pero en los dos se come con las manos. Al Skala acuden sobre todo parroquianos de siempre y su horario limitado obliga a la clientela a acudir a tomar algo como primer sitio de alterne, mientras que el público del Musakaya es más variopinto, mezclando toledanos en busca de una comida exótica y foodies atraídos por su oferta publicada en las redes sociales, siendo su horario mucho más amplio.

En definitiva, dos modelos que conviven en el mismo teatro de los sueños de la gastronomía toledana, donde comer rico y beber bien sin importar la cultura. Anímese el lector a alternar en los dos lugares sin prejuicios, pues como decía Grimaud de la Reyniére, abogado, periodista y escritor culinario francés del siglo XVIII, “De todos los pecados capitales que la humanidad comete, el quinto parece ser el que menos pesa en la conciencia y menos remordimientos produce”

Luis Moreno Domínguez, arquitecto

La obra gráfica que ilustra el artículo es del propio autor.

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4 Comments

  • ESTRELLA

    Un recorrido por mis ” costumbres juveniles”…gracias Luis porque he olido y saboreado mis tapas preferidas…me he situado con los amigos de siempre, que aún nos somos fieles…como fieles a esos lugares y sus gentes…gracias Luis por contarlo tan divinamente.

    • Luis Moreno

      Estrella, en la restauración tan importante o más que la calidad del servicio del bar o restaurante es la educación culinaria de los clientes. Se nota que la tuya es de altura. Gracias por el comentario.

  • Javi de Paz

    Buena entrada que describe perfectamente la forma tan variopinta que hay de “gestionarse” un aperitivo en Toledo, espero más post tan ilustrativos como este, en Toledo hay muchas posibilidades para todo tipo de público y siempre es bueno conocerlas, enhorabuena al blog y al autor por tan genial iniciativa

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