Puente de Alcántara, la clave y el arco [Lope González Palomeque]

Una hoja es un árbol. Sí, ¿se ha fijado usted en una hoja? Observe y vea con detenimiento, asombra: ¡es un árbol! En su envés se hace aún más visible, la axila se ancla a la rama como el árbol a la tierra, el peciolo es el tronco, el limbo el follaje, los nervios son las ramas. Es más, la forma de la hoja evoca la forma del árbol. La hoja palmeada de la higuera es una higuera, el almez es ovalado como su hoja, también el achacoso e inculpado olmo es alargado y asimétrico… Un árbol es una hoja, una hoja es un árbol. También en los átomos los protones y electrones giran insistentes, sin parar, alrededor del núcleo, como la Tierra, Marte y otros planetas alrededor del Sol. El choque de un átomo y un neutrón destruyó Hiroshima. Al orden natural que sostiene el Universo, pareciera que le diera igual que las cosas fueran grandes o pequeñas, el tamaño no importa. La física pone el conocimiento racional y nos enseña que a lo grande y pequeño son aplicables principios semejantes, sin distinción. Continuar leyendo