¡Que se jodan las estadísticas!
Cada año, hacia el mes de octubre, los medios de comunicación nos bombardean con las estadísticas de divorcios y separaciones que se han producido como consecuencia de las vacaciones de verano. Continuar leyendo
Cada año, hacia el mes de octubre, los medios de comunicación nos bombardean con las estadísticas de divorcios y separaciones que se han producido como consecuencia de las vacaciones de verano. Continuar leyendo
Regreso a casa después de una salida de primera necesidad. Siguiendo el protocolo que nos hemos impuesto familiarmente, he entrado por la puerta de atrás, me he desnudado completamente y en calzoncillos he dejado la ropa colgada en una percha (con la intención de que se ventile y desinfecte) antes de entrar en la vivienda. Continuar leyendo
En un “pis-pas” hemos pasado de “La Prima de Riesgo” a la “Virología”.
Somos así de “listos” y de “versátiles”. Continuar leyendo
Me ha impresionado. Sí, me han venido a la memoria todas las películas americanas cuando ha cruzado la calle un coche de mis amigos los policías, con su altavoz a toda potencia. Al principio sonaba como “el chatarrero” o “el tapicero” pero al ver las luces azules me ha parecido reconocer la voz de Teresa, Paloma, José Luis, Carlos, Jesús o cualquiera de los otros que estos días “apatrullan la ciudad” y he asociado que se trataba de anuncios para reclamar cordura de la ciudadanía.
Mi mujer se ha ido a trabajar y yo he vuelto al altillo del garaje y he abierto otra caja. Muy grande. Continuar leyendo
Cuando ayer encontré la peseta y el duro en el coche, me vinieron a la memoria la cantidad de cosas que tengo guardadas, a modo de recuerdos. Hoy he subido al altillo del garaje dispuesto a ir abriendo cajas. Continuar leyendo
Hoy es domingo. Pero parece lunes, martes, miércoles, jueves, viernes o sábado. Ahora todos los días son iguales. Ni siquiera se puede ir a misa. Continuar leyendo
Hoy he puesto una lavadora. Bueno, dos.
He cogido la hoja de instrucciones manuscrita de “la jefa” y he seguido paso a paso todas sus indicaciones. Continuar leyendo
Hoy he ido de compras al súper (que por cierto, nunca fue más “super” que ahora).
Llovía y la fila se formaba en la línea perimetral del parking. El orden social se autogestionó para establecer como límite de seguridad la distancia de un coche; exactamente el espacio que queda entre uno y otro para poder resguardarnos de la lluvia bajo la cubierta metálica. Continuar leyendo
Por todos lados me bombardean diciendo que para esto del encierro lo mejor es establecer “rutinas”.
¡Pues vaya leche! Continuar leyendo
¿Queréis que hablemos de sexo? Empecemos por las bragas. En solo dos días en casa he descubierto bragas de mi mujer que jamás habría imaginado. Ni puestas, ni quitadas. Continuar leyendo
En el invierno azul paro mi caballo frente al cristal terso y frío de la confitería. Sin saber si miro, o solo veo, recorro la curva toda del planeta, las arenas bordadas del desierto, los ojos como perlas, la boca con una fruta escarchada, la anguila santotomeña con escamas en su caja, solo ella tubo escamas como los peces en un principio, cuando el principio era el verbo y confluyeron el azúcar, la miel y las almendras. Viajo por los cerros hostiles del recuerdo y encuentro la nostálgica emoción de los sabores. ¡Almendra! ¡Mística almendra! Un golpe de cielo es el azúcar y los rayos de sol, hilos de miel. En la soledad cierro los ojos y me suena Bach en la cabeza. La boca se va volviendo húmeda, un mar se agita y seres invisibles despiertan una a una a todas las papilas. El rostro en el cristal no oculta la sorpresa, mientras crece en el paladar una enredadera y el viento de la respiración trae ¡yo qué sé! zarcillos, lianas, semillas que se derriten. Su prosa es exquisita, puro néctar, ambrosía, un himno a la lengua, cuya lectura emociona hasta la médula. El pensamiento revive en el recuerdo de la infancia. Más allá otra bandeja. Conejitos, trompetillas, zambombas, jamoncillos con su moño de cabello de ángel… Es la tierra, la arena de oro que estalla y amarra los ojos a un estatismo. Vago aroma de astros disolviéndose invade la sonrisa. ¡Sí! ¡Ahí está! Responde al eco del deseo y mi corazón golpea desde lejos, desde entonces, desde mi nacimiento acaso. La luz se adelgaza como animal que corre perdiéndose en la sombra y me dice al oído lo que nadie me enseñó y supe siempre: es el sinfónico sabor concertante del ¡mazapán! de mi patria, de mi madre, de mi infancia. Continuar leyendo