Extractos y puesta a punto de la Memorias del escultor
Primera parte
Lo más terrible iba a ser el silencio. Silencio abismal. Los últimos meses, desde el diagnóstico inicial, fue como si se hubiera fundido. Como una máquina que deja de funcionar. Sin corriente, sin energía, sin los impulsos que le habían transportado desde la infancia hasta el deseo de inmortalidad que había buscado trabajosamente con sus obras. Continuar leyendo