“La curiosidad y las ciencias”. MUNDO, DEMONIO Y CARNE VIVA. [Paco Rojas]

Nada de lo que creemos es una realidad incuestionable y, sobre todo, nada lo es por el mero hecho de producirse; y aún lo es menos si la creencia es obcecada y excluyente, o sea, de un radical inamovible y pétreo. Sí, así es, cualquier creencia sólo es una realidad potencial, no una realidad cerrada e inequívoca, sino una realidad condicionada al tiempo y a su constante evolución. Todas las realidades producidas por nuestra mente tienen un periodo de caducidad (como cualquier producto embasado), y es así, por muy incómodo que nos resulte; lo que nos obliga a pensar que cualquier realidad, física o mental, tiene un tiempo de vigencia. Continuar leyendo