La arqueología digital reconstruye el complejo áulico visigodo de San Pedro El Verde (SPV25) [Antonio José Gómez Laguna]

Hipótesis 3d de los restos localizados en SPV 25 y el Vial 1. (Reconstrucción realizada por Vértice Estudio Arquitectura a partir de las planimetrías obtenidas)

En la primavera de 2019, como casi todos los españoles, la pandemia nos mantuvo encerrados en casa. Este tiempo se aprovechó para poner en orden el archivo y las cajas de la oficina. Aquella acción tuvo una pequeña recompensa, la localización del diario de campo de las excavaciones realizadas entre los años 2001 y 2003 en San Pedro Verde 25: la Clínica Fremap (SPV25). Continuar leyendo

Remontes y aparcamientos [Jesús Fuentes Lázaro]

REMONTES_ST. Fotografía de Javier Longobardo
REMONTES_ST. Fotografía de Javier Longobardo

Desde que se recuperó la democracia, con la Constitución de 1978, se vio la necesidad de erradicar del Centro Histórico de Toledo los automóviles. No podía entenderse la ciudad medieval, renacentista y levítica con las calles y las plazas convertidas en aparcamientos. El misterio de las leyendas de Bécquer se deshilachaba entre el olor a gasolina y frenos recalentados. Una procesión con penitentes y arrepentidos perdía todo recogimiento interior entre automóviles ocupando cualquier espacio libre. Resultaba imposible imaginar una ciudad a oscuras en la que se libraran combates a espada o apuñalamientos vengativos entre coches y motos. Imposible intuir en una calles tan ocupadas los desplazamientos temibles de los familiares de la Inquisición a cualquier domicilio para descubrir conversos, judaizantes, herejes o sospechosos de cualquier cosa. Continuar leyendo

¿Puede Toledo comprarse un anfiteatro romano? [Jesús Fuentes Lázaro]

Bóvedas del anfiteatro encontradas en el solar de Covachuelas.

Aparecieron los restos de un anfiteatro romano donde sabíamos que debían aparecer. No era un secreto para nadie que estaba en esa zona. Unos ciudadanos corrientes iban a levantar su casa nueva y, preparándose para echar los cimientos, apareció lo que en otras ocasiones se ha camuflado o se ha destruido. Desde siempre el patrimonio cultural para unos ha sido un estorbo y para otros, los menos, un bien a proteger. Destruir es menos costoso que construir. “No son excepcionales – se escribe en el libro “La destrucción del patrimonio artístico español, de José Miguel Merino de Cáceres y María José Martínez Ruiz – los casos en que se atenta directamente contra nuestros monumentos y los conjuntos urbanos, mutilándolos o desvirtuándolos, bien a ellos mismos, bien a su entorno, en aras de una subjetiva modernidad o de una renovación urbana mal entendida y falazmente justificada; y ello no en pocos casos por responsables públicos que se vanaglorian de progresistas y se dicen respaldados por el apoyo popular, pero que, ayunos de cultura y buen gusto, la soberbia les impide dejarse aconsejar por los expertos”. Continuar leyendo

Del monumento al memorial [Diego Peris Sánchez]

Detalle del Arco Aragonés en el Castel Nuovo, Nápoles.

La actividad constructiva del hombre ha tenido siempre una importante relación con la memoria, por la voluntad de que sea recordada como autor de obras singulares y, en otras ocasiones, con la intención de que aquello que se construye sea el recuerdo de una actividad notable de la comunidad. Hechos especiales, acontecimientos notables, episodios de relevancia de la historia común quieren recordarse con la presencia de arquitecturas que los perpetúen de alguna manera. Continuar leyendo

El anfiteatro estaba ahí [Jorge Morín]

Izquierda. Alfonso Rey Pastor. Propuesta de restitución del anfiteatro romano de Toledo. Derecha, forma urbis toletana –José Ramón González de la Cal y Josefa Blanco Paz-. Anfiteatro inserto en la trama urbana.

¿Y ahora?: ¿Conservar?, ¿Recuperar?… ¿DESTRUIR?

El reciente descubrimiento de parte de la estructura del anfiteatro de Toledo en la calle Honda del Barrio de las Covachuelas ha parecido sorprender a propios y extraños en la ciudad del Tajo.  El espacio fue descrito por todos los historiadores de los ss. XVI/XVII, ya que sus restos eran aún visibles. Su memoria nunca se perdió siendo recogido por Amador de los Ríos en varios de sus trabajos. En pleno siglo XX, Alfonso Rey Pastor cartografió algunas de las estructuras, que fueron dinamitadas en 1906. El topónimo de Las Covachuelas es bastante explícito de la existencia del edificio romano. Sin embargo, su existencia nunca planteó la necesidad de conservación/recuperación del espacio, lo que no es extraño en una ciudad que ha sido incapaz de gestionar la presencia de uno de los circos más importantes de la Hispania romana. Continuar leyendo

Arqueología en la Ciudad Histórica [Diego Peris Sánchez]

Vega Baja. Circo romano insertado en la zona.

La aparición de dos bóvedas romanas pertenecientes al anfiteatro de Toledo en las obras de una vivienda en Toledo vuelve a plantear interrogantes y cuestiones. Se trata de dos bóvedas del anfiteatro romano localizadas en un solar de la calle Honda. Continuar leyendo

El placer de custodiar hasta la próxima generación [Carlos Rojo Antúnez]

Anfiteatro de Tarragona

La publicidad de una afamada marca de relojes suizos resaltaba que usted podía adquirir uno de sus modelos, pero realmente el reloj no era del todo suyo porque lo que realmente compraba era placer de custodiarlo hasta la próxima generación. Continuar leyendo

Un pacto de años para el Patrimonio Histórico [Jesús Fuentes Lázaro]

Anfiteatro romano* de Saintes, Charente-Maritime.

Tenía que suceder. Aún no hemos resuelto el yacimiento de Vega Baja, cuando nos aparecen restos del anfiteatro romano que durante años hemos ignorado. Por supuesto que sabíamos que estaba ahí, justo donde han surgido los restos, pero, puafff, menudo lio. Es lo que tienen ciudades como Roma o Toledo, solo que con alguna diferencia. En Roma, en Florencia o en Nápoles aparecen restos y nadie, que sepamos, se le ocurre taparlos con hormigón. Es más en Roma, al Coliseo le van a poner suelo en el año 2023. Y aquí, ¿qué hacemos? ¿Cómo conjugamos patrimonio histórico con el tiempo presente o con viviendas de ciudadanos? ¿Decidimos seguir ignorando que existen un Anfiteatro romano, un Circo o restos visigodos en una zona de la ciudad? Continuar leyendo

Arqueología y ruinas [José Rivero Serrano]

Giovanni Battista Piranesi

¿Acaso la ciudad no fue siempre un lugar de ruinas? Antonio Fernández Alba. Domus Aurea. Diálogos en la casa de Virgilio, 1998

El descubrimiento de restos romanos –procedentes del Anfiteatro– en Las Covachuelas de Toledo, en el comienzo de unos trabajos de cimentación a principios del mes de mayo, pone encima de la mesa diversas cuestiones complejas. En primer lugar, la constatación de que, en ciudades históricas como Toledo, cualquier proceso de excavación y remoción de tierras, arrastre enormes consecuencias que implican al pasado que vuelve; y una vez regresado ese pasado no se sepa qué hacer con él, desde un presente instrumental y advenedizo. Más aún, si sabemos con Luís González, “que esas ruinas que son objeto de culto desde el Barroco, son los costes humanos y sociales del progreso”. Pasado que regresa desde la ruina y progreso que dilapida el futuro posible. Esos fueron los problemas suscitados ya en otros lugares: con las obras del metro en Roma primero, y después en Sevilla, que tuvieron que paralizarse y suspenderse. O en Cádiz con el Teatro romano. Continuar leyendo

El anfiteatro y el circo toletani [Lope González Palomeque]

Giovanni Battista Piranesi, Anfiteatro di Verona.

El reciente alumbramiento del ya conocido anfiteatro de Toletum de las “Covachuelas”, suma al circo máximo de la Vega Baja un nuevo tesoro fuera de murallas. También debió tener Toletum teatro, muy probablemente a la griega – amoldado a uno de sus barrancos-, aunque este aún se oculta. O quizás jamás lo tuvo, y eso marcó el devenir de una ciudad más dada a las porfías cruentas que a la declamación de la palabra. Continuar leyendo

Follies: entre el Capricho y la extravagancia (y 4) [José Rivero Serrano]

Bienal de Venecia 1980: la Strada Novissima

Entre las Ferias Mundiales de New York de 1964 y la de Osaka de 1970, como emblemas fulgurantes, se sentarán las bases posteriores de la emergencia de las Follies en sus nuevas versiones e interpretaciones. Un recorrido parecido a escala japonesa como el verificado entre 1974 y la Nagakin Capsule Tower de Kurokawa, y 1989 con el edificio M2 de Kengo Kuma. Particularmente ese sentido de la profundidad de lo superficial se acrecentará en 1980 con la Bienal de Venecia –regida con el lema de La presencia del pasado y con la muy publicitada Strada novisima– y eclosionará con la exposición de 1983, ya citada de Follies. Arquitectura para el pasaje del finales del siglo XX. Baste ver que el texto del catálogo de la exposición, de mano de B.J. Archer deja ver la contigüidad entre ambas manifestaciones. “Las Follies se aproximan más al modelo de la Bienal de Venecia, que suscita manifestaciones estilísticas y teóricas, expresadas en dibujos y maquetas que responden a las condiciones fijadas por el organizador de la exposición”. Continuar leyendo

Alfonso X El Sabio: Un centenario, un modelo de ciudad y un proyecto para Toledo [Antonio Illán Illán, Óscar González Palencia]

@Antonia Mota

Alfonso X: la historia

Toledo. El 23 de noviembre de 1221, en un palacio cercano a la plaza de Zocodover nace Alfonso, hijo del rey Fernando III y de Beatriz de Suabia. Creció en tierras de Burgos. Alcanzó fama de buen guerrero ayudando a su padre en la conquista de Andalucía y él mismo llevó a término la de Murcia. Llegó al trono en 1252 y su reinado fue muy agitado en lo político y esplendoroso en lo cultural. Para indicar la gran tolerancia que en sus reinos había, Alfonso gustaba de titularse «rey de las tres religiones»: la cristiana, la mahometana y la hebrea. Su mayor gloria es de orden cultural y por la labor tan ingente que llevó a cabo mereció el sobrenombre de «el Sabio». En torno al monarca se congregan juglares y trovadores, jurisconsultos, historiadores y hombres de ciencia. Ya desde antes de ser rey se rodeó de eruditos cristianos, musulmanes y hebreos, a quienes confió la traducción de libros árabes y la composición de obra nuevas, continuando así la misión llevada a cabo por los traductores de Toledo desde el siglo XII, pero aportando la gran novedad de que la mayor parte de las traducciones se hicieron en castellano y no en latín. Alfonso trazaba el plan de las obras, señalaba las fuentes en donde habían de inspirarse y corregía el lenguaje para que se atuviera al «castellano auténtico». Así nacieron Las Siete Partidas, el Fuero Real, la Primera Crónica General, la Grande e general estoria, Libros del saber de Astronomía (en el que figuran las Tablas alfonsíes, fruto, en parte, de las observaciones efectuadas en el observatorio por él fundado en el toledano castillo de San Servando), Lapidario, Libro de la Ochava Esphera, Libro de las Cruces, el Setenario, Libros de los juegos de ajedrez, dados y tablas, Libro de ajedrez, etc. Compuso en gallego las Cantigas de Santa María y algunas poesías profanas. Entre las traducciones merecen especial mención la castellana de Calila e Dimna y la francesa de la Escala de Mahoma; también se tradujeron la Biblia, el Corán, el Talmud y la Cábala. Continuar leyendo