¡Que se jodan las estadísticas!

Cada año, hacia el mes de octubre, los medios de comunicación nos bombardean con las estadísticas de divorcios y separaciones que se han producido como consecuencia de las vacaciones de verano.

Los sociólogos, que como los economistas son de los mejores en “predecir el pasado”, afirman que “el exceso de convivencia vacacional rebasa los límites de la paciencia y la tolerancia; por ello, muchas parejas llegan a la misma conclusión: tú a Boston y yo a California”.

Todo, a pesar de los chiringuitos de la playa, las cervecitas, tapitas, helados, siestas con y sin ánimo de lucro……

Como digo yo siempre “no hay mal que por bien no venga”. Este año, las estadísticas ¡se van a joder! cuando lleguemos al verano nos va a pillar entrenados.

Ya sabremos, por ejemplo, que hacer el amor, más de una vez a la semana, es imposible (por mucho tiempo libre que tengamos). Que si ella lo hace todo, mientras Toro Sentado hace honor a su nombre, a la larga (y a la corta) aquello tiene graves consecuencias.

Tampoco hay que olvidarse de levantar la tapa antes y bajarla después; ni de echar la ropa sucia al cesto para que el dormitorio no parezca un puesto del mercadillo.

Ya sabéis, a entrenar, que el verano está cerca y vamos a llegar más preparados que nunca.

Objetivo del día: No salpicar.

Y mañana será otro día.

Quique J. Silva