La historia del gran acaparador, como llama Merino de Cáceres a W. Hearst es una historia de película, que Orson Welles llevó, en parte, al cine en Ciudadano Kane. Un hombre obsesionado con la adquisición de muebles e inmuebles históricos a cualquier precio para llenar sus mansiones o museos. Durante años adquirió todo tipo de piezas capaces de llenar más de diez museos. Adquisiciones realizadas de forma oculta en ocasiones con engaños y modos nada legales. Pero el resultado es que adquirió todo tipo de bienes que encontraba y de forma muy especial en España. La lista es interminable con ejemplos notables en la comunidad de Castilla-La Mancha.
Los artesonados trasladados
El artesonado mudéjar del siglo XVI de la iglesia monasterio de San Francisco de Almagro de 20×118 pies se compró por 20.000 dólares a Arthur Byne en 1928 y se volvió a vender en 1942 por 1900 dólares. Se trata realmente de la armadura que cubría la nave de la iglesia de la Universidad de Almagro que se convertiría en fábrica de aceites y después en carpintería. Después de diversos avatares el techo fue adquirido por Mauricio Garza Sada de Nuevo León, Méjico en noviembre de 1977 para montarlo en su finca llamada La Milarca. El material pesaba 60 toneladas y ocupaba 125 cajones. El ayuntamiento de Almagro felicitaba a Mauricio, que ahora ha adquirido un palacio en la localidad, por la recuperación del artesonado en La Milarca.
